EUROPA
PRESS
24 septiembre
2018
Exploran
cómo los cambios en la dieta alteran el microbioma en
un intestino artificial
Utilizando un intestino artificial que
crearon, investigadores han demostrado que el microbioma
puede adaptarse rápidamente del equivalente bacteriano de una dieta occidental
típica a una compuesta exclusivamente de grasas dietéticas. Esa adaptación
implicó un aumento en las poblaciones de especies que metabolizan ácidos grasos
y una disminución en las de metabolizadores de
proteínas y carbohidratos.
Estos cambios condujeron a una producción disminuida de
ácidos grasos de cadena corta y antioxidantes, alteraciones que podrían afectar
negativamente la salud humana, según los resultados de la investigación, que se
publica en 'Applied and Environmental Microbiology', una
revista de la Sociedad Americana de Microbiología.
"Los microbios intestinales median en muchos efectos
dietéticos en la salud humana -- dice el autor correspondiente, Oleg Paliy, profesor asociado de
la Facultad de Medicina Boonshoft de la Universidad
Estatal de Wright, en Dayton, Ohio, Estados Unidos--. Allí, la mayoría de estos
compuestos son fermentados por bacterias intestinales. Esto ocurre porque una
proporción significativa de carbohidratos, proteínas y grasas en la dieta
escapa a la digestión en el intestino delgado y llega al colon, una sección del
intestino que alberga una densa población de microbios". Allí, la mayoría
de estos compuestos son fermentados por bacterias intestinales.
En el estudio, el cambio de una dieta occidental a una
alimentación con grasas impulsó las poblaciones de bacterias que metabolizan
ácidos grasos de los géneros 'Alistipes' y 'Bilophila', y varios géneros de la clase 'Gammaproteobacteria'. Las poblaciones disminuyeron entre
los géneros degradadores de proteínas y carbohidratos, incluidos 'Bacteroides', 'Clostridium' y 'Roseburia'.
La disminución en las poblaciones de géneros metabolizadores de carbohidratos causó una disminución en
la producción de ácidos grasos de cadena corta. La producción de antioxidantes
también descendió. Estos últimos son compuestos que neutralizan los radicales
libres, compuestos altamente reactivos que dañan las células, el ADN y el
colágeno.
Más conocimiento
sobre qué dieta es mejor para cada persona
"Los efectos beneficiosos y perjudiciales relativos de
las dietas altas en carbohidratos y grasas son temas de muchos estudios y
debates", afirma el doctor Paliy. Varios
informes recientes mostraron que las dietas bajas en carbohidratos pueden
provocar una mejora en los signos y los síntomas de la resistencia a la
insulina y sus manifestaciones secundarias, como el síndrome metabólico.
Sin embargo, estudios previos sugirieron que se necesita al
menos un poco de carbohidratos en la dieta para una salud óptima. Cuando los
microbios intestinales fermentan carbohidratos complejos, se producen ácidos
grasos de cadena corta. Estos tienen muchos efectos positivos en el huésped,
como la disminución del riesgo de cáncer colorrectal, la regulación del apetito
y la reducción de la inflamación en el cuerpo.
El aparato experimental utilizado para llevar a cabo este
trabajo, llamado simulador de intestino humano, está diseñado para imitar el
entorno del colon humano. Está compuesto por tres vasos de vidrio unidos
consecutivamente para simular tres regiones diferentes del colon humano, y se
sembró con microbios intestinales humanos obtenidos de donantes fecales.
Se suministraron a estas comunidades nutrientes bien
característicos de una dieta occidental equilibrada o compuestos completamente
de grasas dietéticas, se suministraron, y los investigadores midieron su
composición y metabolitos con secuenciación de alto rendimiento y cromatografía
líquida de alto rendimiento, respectivamente.
El tipo de conocimiento adquirido a través de este estudio
en última instancia, puede ayudar a los investigadores a obtener un mayor
dominio sobre qué tipo de dietas son las más saludables para cada persona.
"Pero hay un largo camino por recorrer", concluye el doctor Paliy.